Los resultados en el maratón de Valencia celebrado en el día de ayer 27.11.11, fueron los siguientes:
Maratón
126 - RODRIGUEZ ESTEVEZ, VICTOR 2:46:56
145 - VALDEPEÑAS CHAO, MARCOS 2:48:21
656 - SANCHEZ SAEZ, JOSE ANTONIO 3:06:01
729 - LEIS PATRICIO, CARLOS FERNANDO 3:08:42
755 - OSLE CALVO, RAUL 3:09:13
1.470 - PAJUELO GOMEZ, ISIDRO
03:23:21
2.849 - SALAZAR GONZALEZ, PABLO 3:42:53
3.638 - ARCICOLLAR BLANCO, ADOLFO 3:53:08
4.174 - SABUGUEIRO RIVAS, MANUEL 4:00:39
4.720 - FERNANDEZ GARCIA, ABEL 4:12:05
10 Km
234 - 0:50:10 DIGES LOPEZ, REBECA
Mi crónica personal
“Pronosticaban buen tiempo en Valencia y no se equivocaron.
Mañana relativamente fresca con 10-11º pasamos a tener 17-18º durante la mañana, el sol engañaba, parecía más primaveral que un sol de otoño.
Salida desde el hotel hacia el km 0. Comienza la cosa con un pequeño calentamiento para ir poniendo a tono los musculos, visita al ropero (excelente organización por cierto), para entregar camisetas, mallas y todo dispuesto para ir al cajón de salidas en donde ya no era tan cómoda la colocación para algunos de nuestros corredores.
Pistoletazo de salida a las 9 en punto de la mañana tanto para los corredores de 10 km como para los de la prueba estrella: los maratonianos.
Nos vamos al punto kilométrico nº 10, escaso nº de voluntarios para la entrega de agua, llegan caras conocidas: Alfonso va capitaneando un pequeño grupo y toma fuerzas con un gel, todo parece ir perfecto, más caras conocidas Víctor y Adolfo éste último saluda a familiares de Carlos Leis.
Las sensaciones son buenas, parece que todo marcha, se controlan las pulsaciones los kms, ¡esto marcha! Todo el trabajo de éstos meses parece que va teniendo sus frutos!! No hay que relajarse, ay! ¿que pasa? … comienzan los problemas … para Alfonso el maratón pierde fuelle debido a unos calambres horribles en los pies que le hacían ir corriendo prácticamente en talones, desiste y abandona, Toni también tiene molestias insufribles y decide pararse a pocos kilómetros de la meta pero le es imposible continuar.
Marcos sigue luchando con el crono y esas ampollas que le están jorobando la carrera, Sáez consigue controlar las piernas desde el km 25, pero le hacen pararse, camina, vuelta a empezar.
Carlos Leis tiene molestias necesita algo de beber ...
Pablo sigue a su paso ya falta menos.
Víctor sigue controlando sus pulsaciones, los minutos, pasan kilómetros, Adolfo le dice a Víctor que algo falla, no puede, no puede, se queda … quiere llegar a meta pero lo hace caminando, no puede dar un paso, el coxis derecho se le ha cargado tanto que parece tener una contractura importante que le hace no poder caminar, la única solución es llegar a meta por su propio pie ya que nadie puede llevarle, sólo el coche escoba pero al término de la prueba.
Veo a Víctor, faltan unos 800 metros para traspasar la meta y terminar esos 42 kilómetros y 195 metros no puedo sentir esa sensación que supongo él sentiría, pero me imagino que a falta de esos metros, subir esa pasarela con la alfombra azul y llegar a meta encima de ese mini-lago de la Ciudad de las Artes tiene que ser una experiencia única, especial y que mejor, encima, batiendo tu marca personal: 2:46:56 (tiempo oficial).
Fin del maratón, el trabajo bien realizado durante meses, el esfuerzo, sacrificio, el “doblar” varios días, esa preparación dura de días y kilómetros, kilómetros y días, resultó ser, para unos, sentimientos encontrados como rabia, dolor y algo de tristeza porque no pudieron concluir una prueba tan difícil y a la vez tan valorada como es un maratón. Para otros, una gran satisfacción de ver concluído el esfuerzo.
Ánimo a los que no pudisteis terminar la prueba.
Desde mi crónica personal quiero felicitar a todos ellos, he contado más en primera persona algunos de las experiencias porque fueron las que conocí más de cerca. Así que, disculpas a los que apenas he mencionado.
Por último, felicitar por supuesto, a nuestro Presidente batiendo su marca personal y haciendo una carrera totalmente calcada en tiempos, con un conocimiento de su cuerpo y sensaciones su pequeño/gran triunfo, yo diría, que fue de todos los que nos desplazamos hasta la bella Valencia.
El final de fiesta fue apoteósico y anecdótico llevando a Adolfo en “la sillitalareina” a un Restaurante de la Malvarrosa donde nos comimos una fantástica paella y en donde, al ver que llevaban a nuestro “lesionado” atleta de esa “guisa”, como si de un torero se tratase el resto de comensales se arrancó con un aplauso espontáneo y cariñoso. Mando desde aquí un abrazo "mu" gordo a Adolfo y que tenga una pronta recuperación".
Merce
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PALOMA (martes, 29 noviembre 2011 11:18)
MUCHAS FELICIDADES A TODOS.